Doctrina o Declaración de Fe.
Inspiración divina de la Biblia
La Biblia es la Palabra de Dios, sin errores o fallos, ya que fue inspirada por el Espíritu Santo a los que la escribieron, a quienes preservó de todo error.
La existencia de un solo Dios real y verdadero
Adoramos al único, eterno y verdadero Dios: uno solo el cual se manifestó como Padre en la creación del universo, Hijo en la redención de la humanidad y Espíritu Santo en la regeneración del hombre y la santificación de la Iglesia, el cual es creador y sustentador de los seres y las cosas visibles e invisibles.
Deidad plena y total de Jesucristo
El Señor JESUCRISTO es el único salvador y mediador entre Dios y los hombres. Confesamos su Deidad; su verdadera y propia humanidad; su nacimiento virginal; su vida inmaculada, la redención de nuestros pecados por su sangre en su muerte expiatoria y vicaria; su resurrección corporal; su ascensión a la gloria; su prometido retorno en los aires para arrebatar a los suyos antes de la gran tribulación, resucitando a los muertos y transformando juntamente a los que vivan, para constituir Su Tribunal galardonador y celebrar las Bodas del Cordero; su venida a la tierra con sus santos para establecer su reino milenial, la resurrección y el juicio final; los nuevos cielos y la nueva tierra.
Salvación por gracia y condena del pecador
La salvación por gracia, no por obras, recibida mediante el arrepentimiento para con Dios y la fe en el Señor JESUCRISTO. La eterna felicidad de los salvados y el castigo eterno de los perdidos.
El Espíritu Santo santificando a la Iglesia
La obra personal actual del Espíritu Santo, único vicario del Señor Jesús en la tierra, a quien glorifica formando La Iglesia, engendrando, santificando, dotando y fructificando espiritualmente a los creyentes.
Cristo, cabeza de la Iglesia
La Iglesia es el cuerpo de Cristo, quien es su fundamento, cabeza, Señor, único pontífice y esposo. Es columna y apoyo de la verdad; sus principales propósitos son predicar, defender y confirmar el Evangelio a través de un gobierno teocrático, bíblico y congregacional como una casa espiritual, no denominacionalista o sectaria donde la unidad espiritual sustancial de los renacidos y su vocación a la unidad de la fe en doctrina y prácticas, para manifestar la plena comunión nos manifiesta como hijos de Dios
Las ordenanzas:
El bautismo por inmersión de los creyentes.
El memorial de la cena del Señor (Santa Cena)